Ricardo La Volpe se ha convertido en uno de los personajes más importantes del fútbol mexicano. En 2005, el argentino fue el responsable de presentar una de las mejores selecciones mexicanas que recordemos. Además, es uno de los mejores formadores de México. Pocos tienen la visión de este para detectar, formar y potenciar jóvenes talentos. En 2016, inició su segunda etapa como técnico del América, una aventura que termino ocho meses después. Sin duda, durante esta gestión su mayor logro fue debutar y potenciar a dos de los mejores talentos que tiene actualmente el balompié de México: Diego Lainez y Edson Álvarez.
El entrenador argentino se encontró con unas águilas plagadas de lesiones y sin mucho margen de maniobra. Su mirada giró hacia las fuerzas básicas. Ahí, encontró a Edson Álvarez, un canterano que ya había debutado en Copa bajo el mando de Ignacio Ambriz. El carácter y sus cualidades en el césped convencieron al estratega argentino de darle más minutos con el equipo. El talento del Machín tampoco pasó desapercibido por Juan Carlos Osorio, ex entrenador de México.
El jugador de Club América fue convocado para la Copa Oro 2017, siendo el jugador más destacado del Tri en aquel certamen. A partir de ese torneo, se ganó un lugar en las convocatorias de Osorio. En un inicio, tendría poca actividad con la selección. El mundial de Rusia se acercaba y él se fue afianzando como lateral derecho, pese a su falta de oficio a la hora de marcar. En dicha posición, su función era interiorizar y unirse a la base de la jugada. Sin embargo, esto representaba un arma de doble filo, ya que los rivales encontraban de manera constante un espacio a su espalda. Esto, obligaba a Layún a realizar esfuerzos defensivos. Durante el mundial vio actividad en los cuatro enfrentamientos de México (tres como titular y uno de cambio).
El renacer de Edson Álvarez
Después de la salida de La Volpe, Edson bajo su nivel. En parte, por estar alejado de la zona donde mejor rendía, la base la jugada. Asimismo, Herrera insistía en colocarlo como defensor central o lateral, posiciones donde sus defectos son más notorios. El mexicano era un jugador errático, siempre desubicado, al que fácilmente le ganaban la espalda. Incluso, llegó a perder la titularidad por sus errores y la falta de confianza de Miguel Herrera, técnico del América. Bajo la tutela de este, el jugador se estancó en sus primeros meses de gestión. Sin embargo, Edson logró reinventarse como pivote junto a Guido Rodríguez. Ahora, es un mediocampista/interior con la función de presionar en campo rival y pisar el área rival. Edson encontró un hábitat donde sus cualidades se ven potenciadas, a diferencia que en la demarcación de defensa central, donde era un jugador más improductivo.
Al mismo tiempo, Gerardo Martino tomaba el mando de la selección mexicana. Su nueva función llamó la atención del seleccionador. En México, se ha asentado como un pilar en esta nueva gestión. El Tata le ha dado un rol distinto al que tiene en su club, ubicándole como mediocentro organizador. Edson es el encargado de dirigir la salida del balón y de conectar con los de adelante, de forma que el cuadro mexicano logre plantarse en campo rival. Gracias al rosarino, mejoró su juego sin balón.
Ahora, es capaz de tomar mejores decisiones, interpreta mejor, sabe qué hacer cuando no tiene el esférico, sabe ubicarse por delante o por detrás de la primera línea de presión para salir jugando. La joven promesa centroamericana se mueve para atraer la marca y generar espacios, rompe líneas con su conducción o ayuda a crear líneas de pase. Gracias al trabajo de Martino, aquel futbolista que inició como central o lateral por derecha, cada día está más lejos y ese diamante que dejó de brillar nuevamente muestra su esplendor. Un nuevo reto le aguarda en Europa, de la mano de la liga más exitosa a la hora de pulir talentos mexicanos y de un Ajax está reaccionando a la marcha de su última generación dorada.
Foto de portada: @TD_Deportes
Por Fernando Peraza
Pueden seguirnos en Twitter (@jugadaensayada_) | Instagram (jugadaensayada__).
Jugada Ensayada 